"Tragar veneno" de Esteban Catalán
Sobre las alegrías, derrotas y otras extrañezas del fútbol
Por Joaquín Eguren Álvarez - 2025

La realidad del fútbol chileno parece no ser alentadora; últimos en las clasificatorias para el primer mundial de 48 selecciones, cancelación de partidos en el torneo local por falta de estadios o garantías para el desarrollo de éstos, baja asistencia a partidos de la competencia local, poca participación y mediana competencia en torneos de la Conmebol, tales como la Copa Libertadores y Sudamericana y nula representación de las y los hinchas en las decisiones y diseños de sus respectivos clubes.
Pareciera ser que esta cruda realidad nos cayó de la nada y que vivíamos un período de prosperidad deportiva el cual se veía reflejado en la obtención de dos Copas Américas de forma consecutiva (Chile, 2015, Estados Unidos, 2016), sumado al gran nivel de juego de aquella selección y la permanente presencia de equipos chilenos en instancias finales de las copas de la Conmebol (Universidad de Chile, semifinalista en las ediciones 2010 y 2012 la Copa Libertadores y campeón de la Copa Sudamericana edición 2011).
Pues bien, es exactamente esta lógica circular de este deporte lo que nos hace movernos constantemente entre las victorias y derrotas, entre nuestros mejores récords y los peores registros que nuestra selección o equipo local hayan alcanzado. Es así como cada persona va vinculando un momento de su vida, edad, emoción y período con algún punto específico en la historia del club o selección nacional de la cual es hincha, creando un vínculo que va más allá de la actualidad de cada uno de los clubes.
Es esta misma condición la que se desarrolla en el libro “Tragar veneno” (Tusquets, 2023) del autor chileno Esteban Catalán quien nos ofrece una amena reflexión sobre la experiencia del fútbol incorporando elementos sociales e históricos en un relato enfocado mayoritariamente en los últimos 20 años del fútbol chileno.
En términos de organización, el libro se divide en dos partes, Nosotros los otros (Quizás un guiño a la canción de Pink Floyd Us and Them) y Últimos atardeceres del fútbol en la tierra. En cada una de estas secciones se presentan relatos breves a modo de crónicas donde se discute una situación netamente futbolística o simplemente alguna anécdota que termina con un guiño hacia este deporte. El libro atraviesa momentos de la vida del autor donde nos relata la formación de su identidad como hincha de cierto equipo del fútbol chileno y al mismo tiempo nos presenta episodios de nuestra historia reciente que nos hacen repensar la manera en que experimentamos el fútbol y la forma en que se vincula con nuestras comunidades. Podemos observar lo anterior, en el siguiente extracto:
“Poco tiene que ver la alegría del fútbol con el triunfo. La razón para alegrarse o dedicarle tiempo al fútbol parece simple: soy otra vez un niño, me abandono, descanso en el juego. Soy otro, que no piensa y se hunde en una forma estética, a veces hermosa, acogedora como una tina de agua tibia después de un día terrible. Y a veces, muy pocas veces, esa forma estética, como Alexis Sánchez picando la pelota para que entre dando giros sobre sí misma, lentamente, al arco argentino, ensambla varias dimensiones distintas: reescribe con belleza una historia deportiva de un siglo al mismo tiempo que los jugadores salen a celebrar bajo una frase que recuerda “un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”. (p.23)”
Es
importante mencionar que para Catalán existen conceptos claves que se utilizan
en la socialización del fútbol moderno y que reflejan la distancia y
desconexión del mundo del fútbol con sus comunidades: el hincha ha pasado a ser
un aficionado, la camiseta de fútbol ha pasado a ser una polera y el clásico
rival se ha convertido en un enemigo el cual pocas veces se debe respetar.
Esta mezcla de desconocimiento y violencia del fútbol moderno es un tema que es recurrente en este libro y donde el autor presenta esta problemática como clave para entender la falta de diálogo y la distancia que se ha generado entre los fanáticos del fútbol y el deporte en cuestión.
Reforzando el concepto de comunidad, el libro trabaja fuertemente las ideas del filósofo chileno Humberto Giannini el cual es presentado como “el pensador de lo cotidiano al que le gustaba andar por la calle, saludarse con la gente, porque todo eso hace un mundo”. (p.27). La inclusión de las ideas de este filósofo se utiliza para reforzar la idea del fútbol desde lo local, entendiendo la idea del nosotros como el de una comunidad la cual busca crecer ayudándose, conversando, intentando entender al otro, acciones que nos hacen entender que el fútbol no es solo un deporte, sino una forma de vida que se experimenta de forma colectiva.
Esteban Catalán, Imagen de Archivo.
Es en esta misma línea que el libro "Tragar veneno" también alerta sobre los peligros que representa el estado actual del fútbol chileno, donde la violencia y la intolerancia han generado un clima de miedo y desconfianza en los estadios, destruyendo la más mínima posibilidad de dialogar con el otro. Esto ha llevado a una disminución en la asistencia a los partidos y ha alejado a muchas personas del deporte. Podemos observar que la visión del autor sobre este tema tiende a ser algo sombría:
“Y si hay alguien, por ejemplo, se dedica deliberadamente a
gritar y cantar cuando se ha pedido un minuto de silencio por otro, sin
importar sí lo conoces o no, hay que entender que ahí hay algo podrido,
descompuesto, que no ha de sanar pronto.” (p.168).
El autor destaca la necesidad de reflexionar sobre este problema y encontrar soluciones que permitan recuperar la esencia del fútbol como un deporte que une a las personas y fomenta la comunidad.
Finalmente, una de las características más interesantes del libro es la forma en que el autor vincula el fútbol chileno con el internacional, a través de anécdotas y crónicas que nos llevan a reflexionar sobre la globalización del deporte y su impacto en nuestras comunidades. Estas historias, que van desde la Copa Mundial de la FIFA hasta la Liga de Campeones de la UEFA, nos permiten ver el fútbol desde una perspectiva más amplia y entender cómo nuestros equipos, jugadores e historias se insertan en el contexto global. Aunque estas crónicas pueden ralentizar el ritmo del libro en algunos momentos, también nos ofrecen una oportunidad para alejarnos un poco del contexto local y reflexionar sobre nuestras propias experiencias y emociones en relación con el fútbol.
Por lo que, si te interesa el fútbol más allá de su dimensión deportiva, este es un libro ideal que va más allá de las estadísticas y anécdotas del fútbol. Es una reflexión profunda sobre la experiencia del fútbol y su relación con nuestra identidad y comunidad.
Es docente universitario e investigador en evaluación en segundo idioma. Licenciado en educación y profesor de inglés por la UMCE. Máster en Applied Linguistics and TESOL por la Universidad de Lancaster, Reino Unido. Editor en Queltehue Ediciones.
Esta mezcla de desconocimiento y violencia del fútbol moderno es un tema que es recurrente en este libro y donde el autor presenta esta problemática como clave para entender la falta de diálogo y la distancia que se ha generado entre los fanáticos del fútbol y el deporte en cuestión.
Reforzando el concepto de comunidad, el libro trabaja fuertemente las ideas del filósofo chileno Humberto Giannini el cual es presentado como “el pensador de lo cotidiano al que le gustaba andar por la calle, saludarse con la gente, porque todo eso hace un mundo”. (p.27). La inclusión de las ideas de este filósofo se utiliza para reforzar la idea del fútbol desde lo local, entendiendo la idea del nosotros como el de una comunidad la cual busca crecer ayudándose, conversando, intentando entender al otro, acciones que nos hacen entender que el fútbol no es solo un deporte, sino una forma de vida que se experimenta de forma colectiva.

Es en esta misma línea que el libro "Tragar veneno" también alerta sobre los peligros que representa el estado actual del fútbol chileno, donde la violencia y la intolerancia han generado un clima de miedo y desconfianza en los estadios, destruyendo la más mínima posibilidad de dialogar con el otro. Esto ha llevado a una disminución en la asistencia a los partidos y ha alejado a muchas personas del deporte. Podemos observar que la visión del autor sobre este tema tiende a ser algo sombría:
“Y si hay alguien, por ejemplo, se dedica deliberadamente a
gritar y cantar cuando se ha pedido un minuto de silencio por otro, sin
importar sí lo conoces o no, hay que entender que ahí hay algo podrido,
descompuesto, que no ha de sanar pronto.” (p.168).
El autor destaca la necesidad de reflexionar sobre este problema y encontrar soluciones que permitan recuperar la esencia del fútbol como un deporte que une a las personas y fomenta la comunidad.
Finalmente, una de las características más interesantes del libro es la forma en que el autor vincula el fútbol chileno con el internacional, a través de anécdotas y crónicas que nos llevan a reflexionar sobre la globalización del deporte y su impacto en nuestras comunidades. Estas historias, que van desde la Copa Mundial de la FIFA hasta la Liga de Campeones de la UEFA, nos permiten ver el fútbol desde una perspectiva más amplia y entender cómo nuestros equipos, jugadores e historias se insertan en el contexto global. Aunque estas crónicas pueden ralentizar el ritmo del libro en algunos momentos, también nos ofrecen una oportunidad para alejarnos un poco del contexto local y reflexionar sobre nuestras propias experiencias y emociones en relación con el fútbol.
Por lo que, si te interesa el fútbol más allá de su dimensión deportiva, este es un libro ideal que va más allá de las estadísticas y anécdotas del fútbol. Es una reflexión profunda sobre la experiencia del fútbol y su relación con nuestra identidad y comunidad.
Joaquín Eguren Álvarez (Santiago, 1990)
Es docente universitario e investigador en evaluación en segundo idioma. Licenciado en educación y profesor de inglés por la UMCE. Máster en Applied Linguistics and TESOL por la Universidad de Lancaster, Reino Unido. Editor en Queltehue Ediciones.