Una conferencia perdida en la imaginación:

La importancia de revista Mito en Colombia y una propuesta para las revistas literarias de la actualidad 



Por Mark Keppler - 2024 



Fotografías de archivo Banco de la República, Colombia


Transcripción de la conferencia dada por (Nombre inentendible) el 31 de octubre del 2023 a las 6 p.m. en la biblioteca (Nombre faltante).



Entrevistador: 


Buenas noches estimado público, les agradecemos mucho por acompañarnos en este evento que preparamos un poco a última hora. Esta noche tenemos el gran placer de estar con (Nombre inentendible) que viene a hablarnos sobre el reciente análisis que ha hecho de la revista Mito, una publicación fundamental en la historia de nuestro país, prometiéndonos a todos los presentes: “fuertes e impactantes declaraciones”, citando sus propias palabras. Bienvenido ¿Cómo se encuentra esta noche?


Entrevistado:


Bien, gracias. Emocionado por este espacio que me han dado para compartir mis pensamientos.


Entrevistador:


Excelente, nosotros también estamos muy emocionados. Antes que nada, creo que la primera pregunta que surge es: ¿Por qué eligió la revista Mito para su análisis?


Entrevistado:


Bueno, como bien ha dicho fue una publicación bimestral que influyó mucho en Colombia:

Surgió en 1952 liderada por el escritor y poeta Jorge Gaitán Durán y su amigo Hernando Valencia con la idea de crear una revista como las que habían conocido en Europa, pero enfocada a fomentar la cultura en Latinoamérica.



Llegó a tener 42 publicaciones hasta el año 1962 que abarcaban desde la crítica artística, literaria y cinematográfica, hasta traducciones de autores extranjeros, relatos de escritores inéditos y testimonios o documentos de problemáticas importantes en su contexto social y político.


Entrevistador:


¡Qué interesante! ¿Ha tenido usted la oportunidad de observar alguna de esas revistas en sus manos?


Entrevistado:


Por supuesto, aunque conseguir los primeros números es complicado dado que el material en que se hacían era económico y no muy resistente, la mayor parte de las publicaciones se conservan aún en la biblioteca del Banco de la República.


Entrevistador:


¿Cuál considera que es el valor de esta publicación? Es decir: ¿Cuál cree usted que fueron las razones por las cuales impactó tanto?


Entrevistado:


Pues yo considero, al igual que varios estudiosos sobre la revista, que:

El mayor aporte que tuvo Mito fue llevar temas desde lo global hasta lo nacional de una forma distinta a lo que se veía en su época.


Me refiero a que, además de los testimonios y documentos de actualidad, lo que más sobresalía para el público general eran los ensayos y relatos, ya que estos conectaban movimientos e ideas que estaban ocurriendo en el mundo con las complicaciones que se vivían entonces en el país, generando debates sociales. Como, por ejemplo, está la primera publicación de “El coronel no tiene quien le escriba”, de García Márquez, que cuestionaba los problemas económicos de aquellos que trabajaron fielmente para el Estado, o el análisis al ensayo de H.D Lawrence y Henry Miller “La Obscenidad y la ley de reflexión” que permitía observaciones íntimas de la vida cotidiana cuando la influencia de la iglesia católica no permitía hablar de esos temas.

Por eso, puede decirse que su mayor innovación fue estar enfocada no solo a entretener a la gente culta sino también a culturizar a la población general, queriendo romper los pensamientos preconcebidos de sus lectores. Otro aspecto a resaltar, fueron los enlaces a nivel internacional que Gaitán Durán creó con el fin de tener siempre material de autores conocidos, además de obtener patrocinadores como Octavio Paz y Jorge Luis Borges, que le ayudaron a mantener la publicación a un precio accesible para la mayoría.


Entrevistador:


¡Fascinante! Hoy en día nos cuesta imaginar los problemas que tuvieron las publicaciones de entonces para compartir ideas y generar debates. Aunque, se podría decir que hemos llegado a un punto en el cuál no sabemos cómo manejar toda la información que recibimos a diario ¿No lo cree usted?

Entrevistado:


Me alegra que lo mencione, pues es justamente algo de lo que quería hablar esta noche: El análisis a esta revista, tan sencilla en estética pero poderosa en contenido, despertó en mí la pregunta de si sería posible crear una revista con la misma intencionalidad en nuestro tiempo:

Aún cuando tenemos acceso a mucha información, vivimos en un momento en el que pesan más los sentimientos hacía los temas que los temas en sí mismos, lo cual estorba cualquier intento de diálogo al respecto.


Basados en las publicaciones actuales, pareciera que para crear una revista que tenga repercusión es necesario ir o muy en contra de las corrientes progresistas o muy a su favor. Verbigracia, una publicación que tenga títulos como: “Las mujeres exageran porque a los hombres también los maltratan” o “Todos los músicos clásicos eran unos machistas y por eso no merecen ser escuchados” o “La inclusión de minorías en el cine arruina automáticamente cualquier película” se sabe que van a sobresalir de entre el mar de datos en el internet, pero no para cambiar los paradigmas de las persona como pretendía hacer la revista Mito, sino para que cada individuo reafirme ante desconocidos sus propios pensamientos preconcebidos.


Entrevistador:


¿Y esta reflexión le hace pensar que hoy en día no es posible crear publicaciones que promuevan la cultura sin caer en la polarización de las ideas?


Entrevistado:


Bueno, pues he llegado a una propuesta que quizás pueda servirnos para resaltar de una forma distinta en el internet. Es algo que me gusta llamar:

Bustrofedonismo, definiendo esto como la intención artística o comunicativa de enfrentar las ideas propias con el fin de desarrollar conceptos nuevos que en un principio no parecían relacionables.



Como el bustrofedón que primero va en un sentido de escritura y luego en otro, pero manteniendo la coherencia, la adhesión y la cohesión dentro del texto, el propósito de este concepto es cambiar de puntos de vista para desarrollar una idea racional que abarque muchos ámbitos. Con esto no quiero decir que si, por ejemplo, a alguien que prefiera el existencialismo de los nadaístas tenga que forzarse a amar la exaltación máxima del lenguaje en el barroquismo. Más bien, en este caso en particular, la intención es que esa persona se permita experimentar ambas corrientes artísticas y, a partir de su experiencia, reconozca aspectos rescatables con los que pueda construir una nueva opinión.


(Se levanta alguien del público, bastante similar en apariencia al entrevistado)


Disculpe señor, me llamo (Nombre inentendible) y quisiera decirle que su postura me parece un intento vago de expresar una identidad cultural actual, como hacían los vanguardistas. Por el contrario, en la era de la post-modernidad en que vivimos podría decirse que hemos llegado a un consenso implícito de que ya no son necesarias las posturas para definirnos, ya que toda expresión artística se entiende como la mezcla de distintas corrientes antecesoras en mayor o menor medida, a veces hasta contradictorias. Por lo que lo que usted propone me parece bastante estúpido y absurdo.


Entrevistado:


Tiene usted razón, por favor dé la conferencia.

(El entrevistado y la persona del público cambian de asiento)



Entrevistador:


¿Así que el Bustrofedonismo es en realidad algo que ya existe, pero que simplemente no le dimos un nombre? ¿Entonces de qué sirve su teoría para las publicaciones?


Entrevistado:


Bueno, la cuestión es que el concepto parece aplicarse principalmente dentro de los círculos intelectuales. Lo cual me parece una lástima, porque siento que nos ha llevado a la tendencia de aferrarnos a una corriente y defenderla ciegamente, incluso ver el tomar posturas menos extremistas como una señal de cobardía moral.

Por ende, la idea es fomentar Bustrofedonismo en ámbitos cotidianos que nos permitan llegar a opiniones comunes, a pesar de no estar totalmente de acuerdo.



Con esto no pretendo insinuar que una persona tenga que vivir como un Nazi hoy y mañana volverse comunista para pensar diferente, pero sí afirmo que es preferible analizar a profundidad las posturas de otros para comprender mejor el por qué todavía hay personas que se identifican con ideas tan radicales y así idear un dialogo más constructivo para ambos. Como decían nuestros abuelos: “Comprender no es lo mismo que justificar”.


Entrevistador:


Si soy sincero, suena a algo muy demandante y no creo que la mayoría de las personas que trabaja de sol a sol estén dispuestas a embarcarse en él ¿Cómo espera presentar esto en una publicación de forma atrayente?


(Otro de los asistentes se levanta de su silla, su apariencia es similar al del entrevistador y al del entrevistado, aunque llevando un sombrero de copa rojo) 


Yo creo poder responder a esa cuestión. Buenas noches, mi nombre es (Nombre inentendible) y comprendo que:

Al igual que como ocurrió con la revista Mito, es necesario esforzarse por presentar conceptos transgresores enfocados a la mayoría de la población si se desea crear un cambio en los paradigmas sociales.


Por tanto, el trabajo de los creadores de publicaciones actuales debería ser el de exponer de forma sencilla que eso a lo que llamamos identidad, al igual que a lo que denominamos cultura, no tratan de conceptos estáticos. Por el contrario, se tratan de cúmulos de ideas que siempre se están alimentando y desarrollando en relación a la época en que vivimos, al espacio geográfico que ocupamos y a las relaciones interpersonales que creamos. En resumen, teniendo la ventaja de un alcance masivo gracias a la virtualidad, el enfoque de una revista o publicación cultural debe estar en mostrarle al público general que es bastante natural y enriquecedor el hecho de jugar con aquello que creemos nos define por completo.


(El entrevistado se levanta, va hacia la persona que acaba de hablar, le quita su sombrero de copa rojo, se lo coloca en la cabeza y regresa al escenario para sentarse en la silla del entrevistador y hace la pregunta. El entrevistador, por su parte, se cambia a la silla del entrevistado y le contesta). 



Entrevistador:


Así que ¿Piensa usted que este movimiento logrará arraigarse en el público general?


Entrevistado:


Claro, aunque yo preferiría definirlo como una actividad para experimentar ideas nuevas dentro de la cotidianidad: A veces, solo basta con dejar que el otro se exprese por completo y tomarse unas horas antes de responder, imaginando que somos a nosotros mismos a quien le vamos a debatir.
Mi único propósito es inspirar a otros a ya no pensar en una contra-cultura sino en una macro-cultura que no tiene porque ser perfectamente homogénea, que pueda llegar a contradecirse a sí misma, incluso discutir y discrepar, pero sin dejar de ser parte de un todo que nos une.


Entrevistador:


Bueno, pues la verdad suena un poco utópica su propuesta. Esperamos que tenga suerte en el futuro y prometemos estar atentos a todos sus progresos. De nuevo, muchas gracias a todos por venir, desgraciadamente se nos ha acabado el tiempo. Ha sido una experiencia muy interesante y esperamos que vuelva en otra ocasión señor (Nombre inentendible).


Entrevistado:


Gracias a ustedes por escucharme, sería un honor regresar, aunque si quieren podemos ir a una cafetería después de esto y seguir dialogando un poco más.


Entrevistador:


¡De verdad me encantaría! Por desgracia, tengo que empezar a transcribir la conferencia para el registro que llevamos en la biblioteca. Lamento tener que faltar, pero diviértanse ustedes por favor.


Entrevistado:


Está bien, le deseo suerte en su trabajo también ¿Lo ha estado grabando todo desde el principio?


Entrevistador:


No hace falta, tengo muy buena memoria.





Fotografías de archivo Banco de la República, Colombia



Mark Keppler (1996) 

Nació en Armenia, municipio colombiano, capital del departamento del Quindío.  Es estudiante de estudios literarios en la Universidad Autónoma de Colombia, en Bogotá.
Revista Larus
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