Cinco poemas de Álvaro García Hernández
2024
Ardid entre articular noche
y codo enfermo a triste plegarme su tirante vocal
el ajuste cotidiano ha soñado no el dolor
sino más hielo en lo que aún no sangra
sugiere el tratado quitarlos de la mesa
ahora también de la cama al caminar
debajo de la ducha si respiro o levanto
la vista a un nido vacío
si comba delgado su distancia del salero
tiemblan rasgaduras a percusión
cuando estira o extiende la broma de músculos
no hay diplomacia entre el cuerpo
atrincherado y sus brazos salientes
sujetos a descansar en la región
de rodillas o palomas de cabeza escondida
Ángulo recto que dibuja esposas
Ángulo recto que dibuja esposas
el trazo paladar de niebla me toca
las rodillas tiemblo sus peajes
una pintura que nadie ve exilia
el arte tatuado de las naranjas han
practicado sobre el cadáver más cercano
este arriendo óleo de cerro aún no cae
espero media hora el efecto natural del sueño
tengo los elementos conversados en ruta
las tres cabezas de cerbero se vuelven
pisadas suaves sobre mi colchón maúllan
noche y agua y la calma se me ha vuelto
inconcebible el vapor junto a la costra
los retazos del horizonte reflejados
en la basura
Que vela arde leve mixtura de viento
absorbe lenta el árbol hace
de muro su ensayo predice el rezo
arder
arder
arder
mientras el leño abraza
espurio ofuscado troncho
el hollín de ángel grave
tacha esta placa con
el polvo leve del dedo
aquí han de pasar las ruedas
del cuchillo amoratado
el remolino de tu sobrino
que no alcanzaste a conocer
Tizar las piedras
cardador imán y flor alhelí
el camino es ahora musgo
forma una serpiente
colección de manglares
son sus costillas movidas
a carbón y memoria
de repente
tose una tilde inubicable es ahora
otro camino abierto donde las piedras
se ordenan en mi tejido amplían
la batalla a medida que avanza
pero esto pierde sentido ya no recuerdo
por qué tizar?
si todo está en el ábaco
de mis padres
No haré nada cuando te corten
no des sombra ni me ocultes de San Pablo
aprovecho de acariciar la hoja que alcanzo
y me digo que serás mi causa
pero estaré amarrado a tu raíz
nadie me verá cuando proteste en silencio
mientras llevan tu cuerpo
en el camión municipal
saciará el hambre de las cortinas
los ruidos del robo a motor
con el sordo hervir de ramas
para comer
cuando clavos enderezados sean
alas del signo agua y traguen
las astillas regadas por quien
busca enterrar a su perro en este lugar
insuficiente de tierra
Álvaro
García Hernández
(Coquimbo,
1994)
Poeta, librero. Magíster en Historia de América Latina por la Universidad de Humanismo Cristiano. En 2018 publicó Percusión al borde del torso por Armatia Ediciones. Becario del taller de poesía de la fundación Pablo Neruda (2022). Ha publicado el plaquette Cantera de áridos (2021) con Traza Editorial.